
Un quinteto instrumentos de viento de metal y un cuarteto cornos acompañados por la flautista Mindy Kaufman deslumbraron al interpretar un concierto de 90 minutos para la hora del almuerzo en Hearst Plaza.
“Es tan hermoso tener la cultura de vuelta en Nueva York”, dijo el alcalde Bill de Blasio al público. “Las artes y la cultura nos ayudan a encontrar sentido en los tiempos que estamos viviendo. Si en algún momento necesitábamos de esto en nuestras vidas es ahora. Así que la música que van a escuchar también es parte de nuestra sanación. También es parte de nuestra esperanza que encontraremos una forma de salir adelante”.
La Filarmónica, la Ópera Metropolitana y los teatros de Broadway suspendieron sus presentaciones el 12 de marzo del año pasado por la pandemia.
A finales de agosto la Filarmónica emprendió conciertos desplazándose una camioneta (la cual estuvo presente en el concierto del Lincoln Center), pero no se había presentado ante un público en el centro por más de un año. Espera retomar su presentaciones por suscripción en septiembre, casi al mismo tiempo que la Met planea reabrir, si la compañía de ópera puede arreglar contratos laborales expirados o a punto de expirar. La Filarmónica se reubicará en el Alice Tully Hall y el Rose Theater por una obra en la sala David Geffen que se espera termine en septiembre de 2022.

La ley para instituciones que atienden adolescentes con problemas mentales y de comportamiento recibió la aprobación final de la legislatura en marzo, casi un mes después de que Hilton diera un emotivo testimonio para apoyar su promulgación. El gobernador Spencer Cox aprobó la iniciativa el mes pasado, pero tuvo una firma ceremonial con Hilton el martes.
La nueva ley requerirá una mayor supervisión del gobierno para los internados de tratamiento y que se documente cuando se usen controles sobre los jóvenes. También prohibirá el uso de sedantes o controles mecánicos sin previa autorización.
Hilton testificó que sufrió abusos psicológicos y físicos en un internado de Utah, donde dijo que el personal la golpeaba, la obligaba a tomar píldoras desconocidas, la veían mientras se duchaba y la remitían a confinamiento solitario desnuda como castigo.
La celebridad y estrella de realities también habló sobre el abuso en el documental “This is Paris” estrenado a finales del año pasado.
Desde que el documental se estrenó otras celebridades han hablado sobre sus experiencias en esa escuela o en otras similares, incluyendo la hija de Michael Jackson, Paris Jackson, y la tatuadora Kat Von D.

El lunes, la Asociación Estadounidense de Bibliotecas reportó más de 270 desafíos a libros en 2020, desde “The Bluest Eye” (“Ojos azules”) de Toni Morrison hasta “To Kill a Mockingbird” (“Matar un ruiseñor”) de Harper Lee, en comparación con 377 el año previo. El número de desafíos es probablemente mucho mayor al reportado; la asociación estima que sólo un pequeño porcentaje son formalmente registrados o divulgados, una tendencia que empeoró durante la pandemia.
“Los cierres no sólo hicieron que fuera menos probable que los usuarios se quejasen, sino que debido a todos los permisos y despidos en escuelas y bibliotecas, interrumpieron toda la infraestructura que nos permite estar al tanto de las quejas”, dijo Deborah Caldwell-Stone, directora de la Oficina de Libertad Intelectual de la asociación.
“George” de Alex Gino fue el libro más criticado, con objeciones a su contenido LGBTQ y “no reflejar los valores” de la comunidad. El segundo libro con más quejas fue “Stamped: Racism, Antiracism, and You” (“Stamped: el racismo, el antirracismo y tú”) de Ibram X. Kendi y Jason Reynolds, en parte por “incidentes de narración selectiva” que no reflejan el racismo contra todas las personas.
Un segundo libro coescrito por Reynolds, “All American Boys” (“Chicos típicamente americanos”), enfrentó quejas sobre sesgo político, sesgo contra hombres, la inclusión de violación y uso de lenguaje profano. Entre los primeros 10 también están el éxito de ventas de Angie Thomas sobre violencia policial “The Hate U Give” (“El odio que das”), “Of Mice and Men” (“De ratones y hombres”) de John Steinbeck, y los ganadores del Premio Nacional de Literatura “Speak” (“¡Habla!”), de Laurie Halse Anderson, y “The Absolutely True Diary of a Part-Time Indian” (“El diario completamente verídico de un indio a tiempo parcial”), de Sherman Alexie.

El precio pagado por el número 1 de Action Comics apenas superó el récord previo de la historieta: otro ejemplar del mismo número fue vendido en 2014 por poco más de 3,2 millones de dólares.
La historieta, publicada en 1938, “realmente es el principio del género de superhéroes”, dijo el jefe de operaciones de ComicConnect.com, Vincent Zurzolo.
La historieta narra a los lectores el origen de Superman, cómo llegó a la Tierra desde otro planeta y cómo se hizo llamar Clark Kent.
El vendedor de este volumen en particular compró la historieta en 2018 por poco más de 2 millones de dólares.
Zurzolo dijo que a pesar de que originalmente se publicaron cientos de miles de ejemplares, se calcula que actualmente apenas existen alrededor de 100, y en distintas condiciones. Dijo que la copia recién vendida es una de las que en mejor estado se encuentra.
“No hay un libro de historietas que se pueda tasar más alto que el número 1 de Action Comics”, subrayó.

“Cuando comencé en la industria, la gente me preguntaba por qué no tenía artes marciales en mi currículum porque era un gran estereotipo para los asiáticos hacer papeles de artes marciales”, dijo Liang. “Así que me prometí algo. Dije ‘nunca voy a aprender artes marciales a menos de que me paguen por hacerlo’”.
Liang cumplió esa promesa. Aprendió artes marciales como la actriz protagónica de la nueva serie de The CW “Kung Fu” y sí, le pagan por hacerlo.
“Kung Fu” está inspirada en la serie de 1972 protagonizada por David Carradine. En esta versión, Liang interpreta a Nicky Shen, quien al visitar China se une a un monasterio donde aprende los valores Shaolin y artes marciales. Cuando su mentor es asesinado, regresa a casa para encontrar que su comunidad está siendo perturbada por una pandilla local. Debe poner en práctica las artes marciales que aprendió para proteger a su barrio y a su familia, y pronto descubre que está siendo asechada por el mismo asesino que mató a su maestro Shaolin.
Liang dijo que lo que hace a “Kung Fu” diferente de otras series de superhéroes en The CW es que Nicky no es una justiciera.
“Nicky es heroica, pero no se ve a sí misma como una heroína. No tiene un complejo de héroe que la lleve a salir a buscar los tipos malos. Ella ve que pasan cosas malas y siente que debe hacer algo al respecto”.
La serie tiene un elenco mayormente asiático-estadounidense, con una directora y productora ejecutiva asiática-estadounidense: Christina M. Kim.